Tan solo has terminado de asegurar tu billete de la Primitiva del jueves en nuestra app, pero ya puedes sentir la humedad en tu piel y el olor a sal. La botella de champagne rompe en la popa “Forever Laguinda”. La app de Laguinda que te brindó ese maravilloso boleto ganador merece este homenaje y más.
Brilla el Sol, viento del noreste y el infinito te pertenece. Llega a tu mente los versos de La canción del pirata:
>> Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi Dios la libertad,
Mi ley, la fuerza y el viento,
Mi única patria la mar.>>
Y, luego está la realidad; con sus cosillas. Y, un yate no es una lavadora que puedas comprar por Amazon y devolver por Correos. Digamos que es una compra que hay que considerar un poquitín. Nosotros, que remamos a favor de tus sueños, te planteamos una serie de cuestiones a tener en cuenta para la valoración de la decisión final.
Avante toda:
Eslora.
Lo más cerca que habías estado en tu vida de tener un barco, es el barco pirata de Playmobil. Si quieres entender algo de lo que va a ocurrir en tu yate, tienes que familiarizarte con la terminología naval. Aunque tienes espíritu de corsario, el mundo marino tiene sus propias normas. Hasta el punto de que El museo naval, está en Madrid.
Seguro.
Ni se te ocurra meterte en un yate sin un seguro. ¿Esto suena a consejo de padre jubilado? Sí ¿Es verdad? También. ¿Tu padre lo ha dado todo por ti? Por supuesto. ¿Le vas a llevar a dar una vuelta por las Islas Griegas? “Yo soy de la Meseta y de la Meseta no me saca ni Dios.” Bueno, puedes compartir con él la primitiva de este jueves y, sin duda, hacerle caso.
¡Oh capitán! ¡Mi capitán!
Ninguna gran empresa puede conseguirse sin una brava tripulación. Lo dicho, un capitán, un jefe de máquinas, oficiales, electricista, técnico de comunicaciones y asistentes, camareros, y cocineros. Sobre todo, un buen cocinero, versátil y creativo con la merluza. Otra opción a valorar, con lo que te has ahorrado en impuestos con el seguro de Laguinda, es obtener la titulación de patrón de yates.
Elegir la travesía.
En los siglos XIX y XX los propietarios de las embarcaciones tenían 6 ó 7 mansiones repartidas por el globo. Ahora son propietarios de una mansión flotante que va dónde quieren. Y, ¿cuál ha sido, es y será el destino más glamouroso de las grandes fortunas? El mar Mediterráneo.
Amarres.
Dejar el yate frente a la puerta de casa, cubierto con la funda del coche, es una idea que nos encanta. Pero es una idea poco realista y práctica. ¿Puertos dónde aparcar nuestro sueño de la primitiva del jueves? Hay muchos dónde elegir: Marina Dávila, en Bouzas; Puerto Banús, en Marbella; Club Náutico de San Antonio, en Ibiza. Dependiendo de los servicios el precio varía, lo que será invariable es ver gente que resalta su bronceado con un polo blanco.
Postventa y reparación.
Tu fantasía había excluido la aburrida realidad de que las cosas se estropean. De modo que tienes que estar preparado para hacer revisiones periódicas a tu “Forever Laguinda”. Pintura, carpintería, electricidad náutica, motor, casco… No esperes a hacer la revisión cuando estés en tierra, que nos conocemos. Cuando mejor notarás que algo ocurre, será durante la navegación.
Alquilar o comprar.
¿Por conciencia de la crisis ecológica o bien porque los ricos se cansan enseguida de todo? Las nuevas generaciones de superricos se han subido al “carro” del sharing. Es decir, al alquiler de yates o bien de charters, travesías en yates en las que el cliente elige la embarcación, el destino y la duración del viaje. Es una opción estupenda si te ha tocado un buen pellizco en La Primitiva el jueves, pero no te alcanza para uno de los siguientes cacharros.
Superyates.
Si perseveras en tu idea de surcar los mares en un monstruo marino, cerramos esta lista con otra lista. Los superyates más grandes (y, por supuesto, más caros) que atraviesan las aguas del planeta.
- Athena, 90 m. de eslora; propiedad de James Henry Clark.
- Azzam, 180 m. de eslora; propiedad del emir de Abu Dabi.
- Fulk Al Salamah, 165 m. de eslora; propiedad del sultán de Omán.
- Secret, 83 m. de eslora; propiedad de Nancy Walton.
Según datos del sector, la flota mundial de superyates crecerá un 10% hasta 2025. Así que, prepara tu mejor sonrisa para tus nuevos vecinos náuticos y sus invitados exclusivos. Ten preparado tu cuaderno de bitácora y déjalos boquiabiertos con tus hazañas.