El día del sorteo extraordinario de Navidad de la lotería nacional a muchos nos coge trabajando. Dándole a la tecla o moviendo el ratón. Compañeros que no dejan de comprobar los décimos premiados de la Lotería de Navidad, dejando noticias sobre el sorteo. Hay cierta emoción, especialmente si se tienen décimos compartidos.
Una historia de lotería de Navidad.
Normalmente, es el becario de recursos humanos quien se ocupa de recorrer pasillos e interrumpir conversaciones, preguntando quién quiere comprar lotería de Navidad. Un asunto que todos ignoran hasta dos días antes del sorteo. Entonces, el correo electrónico de recursos humanos se llena de emails exigiendo participar en el número de lotería, con mejor o peor tono. Días antes del 22 de diciembre, un terror gélido se apodera de la plantilla: “que toque la lotería de Navidad en el trabajo y no tener un décimo o una participación”. No mola nada, ¿verdad? Es una pesadilla.
Lotería de Navidad para empresas.
Un año después, nuestro becario ha entrado en plantilla. En un derroche de pro-actividad e instinto de supervivencia, decide innovar. Este año la empresa compra la lotería de Navidad online. Sí, o sí.
Ha enviado una circular a todos. El típico email en que está en copia todo quisque y lo ha dejado clarito. Si una semana antes del sorteo, no se confirma la participación, te quedas fuera. Parece que este jovencito se ha puesto duro. A más de uno le va a tocar hacerse la cola para comprar lotería en Doña Manolita.
El orden y la tecnología se alían con nuestro protagonista que en medio minuto ya ha recibido decenas de confirmaciones. Es tan sagaz que les ha remitido un email informativo de buenas prácticas con artículos sobre cómo compartir décimos de lotería entre familiares y amigos. Es pura eficiencia germánica.
La suerte es de los audaces.
Sigamos los pasos de nuestro tenaz héroe. Después de sumergirse en Internet, se decide por Laguinda. De todas las aplicaciones y webs para comprar lotería de Navidad online, Laguinda es la única que ofrece un seguro que cubre la parte de los impuestos que Hacienda retiene de los premios de lotería.
Los premios superiores a 40.000 euros están grabados con un 20% en impuestos. Es un dinero que va directamente a las arcas del Estado. La fiscalidad para décimos compartidos es la misma que en términos generales. Si contratas el seguro de Laguinda, proveído por AXA, se cobrará el importe completo.
Algunos en la empresa le auguran a este valiente un rápido ascenso después de ocuparse de la lotería de Navidad de la empresa. Para tomar la decisión más importante de este proceso, el antiguo becario sabe que tiene que consultar a una eminencia. Llama su abuela para decidir el número del décimo.
Una vez validado el billete por Laguinda, nuestro paladín, eufórico, lo comparte por email. Laguinda emite un código con el que los compañeros podrán comprar el número que ha escogido nuestra experta favorita.
Evitar suspicacias.
Si decidís comprar un décimo entre varios, ten en cuenta que hay gente a quien le cuesta apoquinar o que lo deja para el ultimísimo momento. A por ellos. Sin piedad. Que pongan la pasta, la tela, la guita, la mosca, la viruta…
Es importante llevar un registro de quién ha pagado. Si no, no participa. Que vaya a lloriquear a otro departamento. Un registro es conveniente porque para cobrar el premio de un décimo compartido, la entidad bancaria solicitará que los premiados se identifiquen. Otra opción es que se designe un delegado que en su representación, recolecte el dinero y lo reparta.
Espíritu navideño.
Nuestro joven empleado, se ocupa de esta tarea lleno de satisfacción. ¿Quién lo diría? En este proceso de comprar la lotería de Navidad para la empresa, se ha hecho muy popular y ha ganado en respetabilidad entre sus compañeros.
Algunos pensaréis que esta es una fábula navideña con moraleja. Cierto, tanto como que está basadísimo en hechos reales. Así que después de leer este post, queridísimo lector, ten espíritu navideño y haz caso a las indicaciones de la pobre criatura a la que le han encargado comprar la lotería de Navidad para la empresa.
Si os toca, será gracias a sus gestiones, su paciencia y a que decidió comprarlo en Laguinda.
Aloha!